En 1954, la comunidad del Chocó vivió una de sus primeras grandes movilizaciones cívicas, impulsada por la necesidad urgente de mejorar la infraestructura y los servicios públicos. En esta época, el departamento sufría de un abandono estatal crónico, con escasas inversiones en educación, salud y transporte. La falta de caminos pavimentados y centros educativos adecuados limitaba enormemente las oportunidades de desarrollo de la región. Líderes comunitarios y ciudadanos se unieron en protestas y marchas, exigiendo al gobierno nacional que prestara atención a sus necesidades. Esta movilización logró poner en la agenda pública la situación precaria del Chocó, aunque las respuestas del gobierno fueron lentas y limitadas. Sin embargo, esta lucha inicial fue crucial para consolidar una identidad regional basada en la resistencia y la lucha por los derechos, y estableció un precedente para futuras demandas de justicia y equidad.